Los antibióticos son medicamentos muy potentes útiles en el manejo de infección. Desde su descubrimiento han salvado innumerables vidas que en otra épocas significaban la muerte segura de individuo afectado por una infección. Sin embargo el correr de los tiempos nos ha acostumbrado a su aplicación y ha llevado a un uso excesivo, tanto por parte del medico como de los pacientes, que ha tenido importante repercusiones en la biología de las bacterias hasta el punto de que muchos antibióticos ya no pueden ser utilizados por las altas tasas de resistencia que desarrollan los microorganismos a estos.
Por otro lado, las bacterias son microorganismos con una alta capacidad de adaptación, por lo que, pueden desarrollar resistencia a los antibióticos que son expuesta de forma reiterada y/o inadecuada. Esto significa que un antimicrobiano puede dejar de ser efectivo contra una población de bacterias porque estas aprende a destruir el medicamentos, para así evitar ser eliminadas.
Las consecuencias de aplicar los antibióticos de forma inadecuada usualmente no son vistas al instante, pero tienen un severo impacto en la salud de los pacientes. Las tres principales consecuencias son:
El 50% de las prescripciones de los antibióticos se hacen de forma incorrecta lo que ocasiones un aumento en los niveles de resistencia de las bacterias y posteriormente una diseminación de persona a persona. Otro origen de la resistencia bacteria se debe a uso indiscriminado de los antibióticos en la producción de alimentos cárnicos con el fin de mejorar la producción.
En los Estados Unidos se estima que cada año se presentan unos 2,049,442 casos como consecuencia de la resistencia bacteria de los que aproximadamente mueren unos 23,000.
Lavado de mano: es la medida más simple pero de mayor impacto en la reducción de bacterias que potencialmente pudieran convertirse en resistentes.
Esquema de vacuna completo: Las vacunas aseguran una menor tasa de enfermedades infecciosas y por tanto una menor aplicación de los antibióticos.
Higienización de los alimentos: Así como un buen y periódico lavado de mano, el ingerir alimentos seguros y libres de contaminación evita las enfermedades y las intoxicaciones alimentarias.
Usar antibióticos solo cuando estén indicados: Asegúrese que tanto el paciente como el médico tengan las indicaciones claras de la aplicación de un antibiótico.